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INSUFICIENCIA CARDÍACA: LA ENFERMEDAD DE LOS CAMBIOS RADICALES Por Enfermera Carmen Luz Guardamagna |
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Insuficiencia Cardíaca escribo estas palabras con el objetivo de compartir mi experiencia como enfermera en el control crónico de pacientes con esta enfermedad.
Desde el año 2014 formo parte de un equipo multidisciplinario desempeñado actividades en el Policlínico de insuficiencia cardíaca del Hospital del Salvador, con una importante población bajo control.
Dentro de los aspectos que considero más relevantes, es mencionar que la vida del paciente y su familia enfrenta cambios radicales desde el momento en que empiezan los síntomas o signos de la enfermedad, hasta que se logra realizar el diagnóstico. Por lo general este período involucra múltiples consultas médicas o de urgencia debido a una importante carga sintomática, aspecto que limita su vida familiar, laboral, social, lo que frecuentemente está asociado a una merma económica y a sentimientos como angustia, ansiedad y depresión.
Por otra parte, una vez efectuado el diagnóstico, el escenario para los pacientes sigue siendo complejo, comprender cuál es el nombre de su enfermedad, qué la provocó y toda la información que deben recibir asociada a esta patología.
Me parece trascendental encontrar formas de visibilizar y sensibilizar a la sociedad sobre la insuficiencia cardíaca, con un fin preventivo, enfocándose en la detección y control de factores de riesgo, tales como Hipertensión arterial, las enfermedades isquémicas del corazón, diabetes, obesidad, sedentarismo, tabaquismo y a la vez poder informar al paciente que ya padece la enfermedad sobre cómo mantener la enfermedad estable en el tiempo con el uso de la medicación, la importancia del seguimiento y la adherencia al tratamiento y su pronóstico.
La educación del paciente y de su familia o cuidadores es esencial, ya que enseña a evitar conductas de riesgo que puedan generar una descompensación de la enfermedad, además de enseñar a reconocer precozmente síntomas que serán una alerta para comunicarse con su equipo tratante o acudir al servicio de urgencia.
En esta idea, existen dos aspectos fundamentales que puede realizar el paciente para mantener estable la insuficiencia cardiaca: primero, ser adherente a su medicación, es decir, tomar sus medicamentos de acuerdo a las últimas indicaciones médicas, ya que en cada control es habitual que su médico tratante realice ajuste de las dosis, incluya o retire algún fármaco; y segundo, mantener una dieta baja en sodio, reducir el consumo de sal y evitar alimentos procesados con altos contenidos de sodio.
Comprender y recordar esta información relevante no siempre es sencillo para el paciente cuando su diagnóstico es reciente. Por lo que una buena red de apoyo y el seguimiento estrecho de enfermería es importante.
Finalmente, como recomendación al paciente con diagnóstico de insuficiencia cardíaca, se recomienda consultar precozmente si aparecen o empeoran los siguientes síntomas o signos:
- Aumento del cansancio y fatiga, disnea o sensación de falta de aire en sus actividades habituales.
- Falta de aire o ahogos que lo despierten mientras duerme, o necesidad de dormir con más almohadas para respirar mejor-
- Aumento del tamaño de sus tobillos o piernas (edema), aumento brusco de peso 2-3 kilos en un par de días.
- Si presenta dolor al pecho o pérdida de conciencia debe acudir a un servicio de urgencia.
Enfermera Carmen Luz Guardamagna.
